A los pies de la Martina,
se encuentra un bello rincón.
Donde el agua brota de sus entrañas,
líquido de vida y amor.
Y esa agua tiene algo,
que en sus gentes transmitió.
Amigos que ceden sus casas,
con solidaridad e ilusión.
Como el agua que baja por vuestro río,
limpia, fresca y entonando su son.
Transparente y sin prejuicios,
así es como os veo yo.
Y al igual que se abren vuestras puertas,
también lo hace mi corazón.
Para daros las gracias por vuestro gesto,
que es recuerdo de baile, cante y reunión.
Padre de Jesús
