viernes, 16 de noviembre de 2012

Siempre dentro, mi chiquitín.


En el ardor de las personas,
siempre queda una razón.
Todos pensamos siempre lo mismo,
nuestros hijos son la mayor ilusión.

A veces se tuerce la vida,
turnándose años agrios y felicidad,
Vale con apretarse un poquito,
y al final lo consigues superar.

Yo no reniego de esto,
al mío lo quiero un montón.
Yo por él daría mi vida,
por él, que es mi motivación.

Con el vivo cada día,
cada día lo quiero más.
No sé si algún día al perderle,
seria causa de mi mal.
 
Padre de Jesús
Imprimir artículo

No hay comentarios:

Publicar un comentario