Un nacimiento siempre es grato aunque duela.
En el mundo en que vivimos
todo ser humano no sobreponemos
a los encantos de la vida
nos ponemos muy contentos
cuando nace un pequeño
que es la flor de las delicias
en él pensamos cada día
el que hacer de lo nuestro
lo mimamos cada día
se pone grande y coqueto
ya hace de las suyas
en este mundo tan escueto
enseñarlo de pequeño
es nuestra obligación
que se forme como hombre
en este mundo de ilusión
padre de Jesús
Imprimir artículo
No hay comentarios:
Publicar un comentario