estabilidad en esta dura vida
para todo ser humano
al amanecer aprecias cada día
siempre con ruego en las manos
en su poder la anarquía,
la hemos tenido siempre pegado.
Para oprimir a toda la minoría,
arrebatando su bien amado.
Se sacian toda su ambición,
con la ley que les aíslan en mano.
Nos endurecen más cada día,
pues cada día somos más enanos.
En el dolor de nuestras manos
con el sudor de nuestro cuerpo.
Se esculpe una dura anatomía,
en la que se pierde el corazón día a día
padre de Jesús