Ay que calor da esta lumbre,
que fuerte late este corazón.
Al calor de un gran fuego,
con gran cariño y amor.
Aquellos que los quieren tanto,
les cobijan y le dan ilusión.
Es como suplir a la hoguera,
que no le falte carbón.
Van como caballos de bocados,
todos plenos de satisfacción.
Corren por todos los senderos,
en el cual busca la ilusión.
En ellos todos lo advierte,
que no va bien su corazón.
Que debemos a esta vida,
si a cambio no damos amor
padre de Jesús,,
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