Carlos tú que eres muy grande,
tan grande como una encina real,
ella que extiende sus ramas al viento,
y abraza la lluvia y el temporal,
cobija bajo sus enormes ramas,
a todos aquellos que puede abarcar,
tú que luchas por lo justo,
a estos que les quieres enseñar,
con ese corazón tan enorme,
como el árbol que comencé hablando,
tú que luchas contra viento marea,
por todos ellos, que no pueden luchar,
Padre de Jesús
gracias por haberlos hecho felices,
y conocer a personas como vosotros
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