Melancolía en una vida dura
de un día cualquiera
triste fue aquella mirada
con la que tú me miraste
los ojos caídos al suelo
el entorno de tu semblante
se visualizó una luz tenue
que como un soplo de luz
que traspiro todo tu cuerpo
un inmenso velo que en ti yacía
con una suave caricia
envolviendo con armonía
el brillo en tu imagen
en la soledad en que caías
fue tu fuerza la que te fallo
en el mayor de las osadías
tembloroso todo tu cuerpo
en una fugaz luz se perdía
padre de Jesús
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