miércoles, 4 de diciembre de 2013

la sonrisa abre las puertas de la felicidad



  Que soledad queda en esta vida,
 pensamientos malos y  mala envidia.
Que corre por toda la palestra,
en  boca de gente que mancilla.


Que bonito es un alago,
 en  su cara una sonrisa.
Un piropo al aire libre,
se susurra con la brisa.


Como se ganó lo dicho,
esta persona tan distinta.
Trabajando  en lo suyo,
en aquello que sabían.


Sonrían todo el tiempo,
lo que le queda de vida.
Pues el cariño y la virtud, 
cuando morimos se elimina.

Padre de Jesús



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