El silencio del parque
Esta mañana salí a pasear
con mi perra Luna,
y no encontré canto ni melodía,
solo un vacío que dolía.
Los animales parecen desterrados,
los pájaros no levantan vuelo,
y yo camino entre bancos mudos,
como si la vida se hubiera rendido.
¿Dónde quedaron las ilusiones?
¿Dónde la alegría sencilla de un canto?
El jilguero, el ruiseñor, la tórtola,
ya no celebran la mañana,
como si su libertad —y la nuestra—
se estuviera apagando.
Un parque vacío no es solo ausencia,
es un espejo de nuestra derrota:
el hombre arrasando lo que ama,
construyendo silencio donde hubo vida.
Si se callan los pájaros,
si se seca el canto de la tierra,
seremos nosotros, los humanos,
los que habremos perdido para siempre
la voz del mundo.
padre de jesus
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