Esta mañana
Esta mañana, al salir a pasear
con mi perra Luna,
sin sonido, sin cantos,
me encontré con un silencio extraño.
Los animales parecen perdidos,
los pájaros ya no vuelan,
y solo yo camino,
desnudo de voces, por el parque.
Se han apagado las ilusiones,
se han dormido las alegrías,
y callaron los cantos del jilguero,
del ruiseñor y su ternura,
del arrullo suave de la tórtola.
Su libertad —como la nuestra— peligra,
y pasear por un parque vacío
es sentir cómo se nos escapa la vida,
la alegría y los cantos.
padre de jesus
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