En Santander, torneo de esperanza
Hoy escribo desde la ciudad de Santander,
esa que el Atlántico acaricia con su brisa,
plena y hermosa en su majestuosidad,
donde este año la vida nos reunió de nuevo.
Un torneo de hockey en hierba nos esperaba,
con muchachos y muchachas que,
con su discapacidad,
transforman cada partido en una lección de coraje.
Son días que no se olvidan,
porque en cada encuentro brilla la alegría,
en cada gesto late la ilusión
de sentirse visibles, unidos y fuertes.
Cada año una provincia abre sus puertas,
y allí vamos todos, con sonrisas y ganas,
porque el deporte también es un abrazo
que derriba muros y abre caminos.
Yo, como padre de Jesús, lo digo con orgullo:
ellos luchan, ellos ríen,
ellos hacen de cada pase y de cada gol
un canto a la vida,
un grito de esperanza.
(padre de jesus ) Francisco, Ruiz Ruiz
Imprimir artículo
No hay comentarios:
Publicar un comentario