España, que aún hoy se engarza,
lleva los sentimientos perdidos.
Entre los mandatos de esta patria
se rompen los sueños y los caminos.
Día a día va cambiando
esta humilde tierra nuestra,
que entre unos y otros se desgasta,
perdiendo su forma y su fuerza.
Nos quejamos por tonterías,
no por los verdaderos motivos,
olvidando que el alma de un pueblo
no se compra ni se vende al olvido.
Nosotros, los que nacimos
después de aquella guerra amarga,
sin poder trabajar ni comer,
fuimos los que levantamos España,
sufriendo el dolor y la rabia,
que aún hoy llevamos muy dentro del alma
.(Padre de Jesús)
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