Hoy, un día cualquiera de otoño
Hoy, un día cualquiera de otoño,
he vuelto a detenerme a pensar,
a comprender que cada persona es un mundo,
y que no todos sabemos mirar igual.
Mentes endurecidas por el tiempo,
cada cual con su forma de apreciar,
llevamos siglos buscando respuestas,
y aún la causa no llega al final.
Nadie sabe cómo explicarlo,
ni cómo entender el destino,
porque el ser humano camina
sin saber del todo su camino.
Y aunque todos creemos tener la verdad,
solo el tiempo nos enseña
que somos distintos,
pero hechos del mismo respirar.
Padre de Jesús
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